Alonso Valle, vecino del pueblo de Santiago del Cercado, arrienda a Marcos Rodríguez, una fanega de tierra que tiene en el solar de los Mangos, situada en el pueblo del Cercado por tiempo de seis años. Ante Martín de Mendoza, escribano de Cabildo.

Pedro Anucha, como mayordomo de la cofradía de San José, fundada en la iglesia del pueblo de Santiago del Cercado, arrienda a José de Orellana Diez, una casa huerta perteneciente a esa cofradía, situada en el solar de Huaylas, por tiempo de nueve años. Ante Francisco Xavier, escribano de Cabildo.

José Santos Rodríguez Añusta y María Belén Loayza, arriendan a Eufemia Sánchez, una casa huerta situada en el pueblo de Santiago del Cercado, barrio de la Collana, por tiempo de nueve años. Ante Felipe Santiago Guamán, escribano de Cabildo.

Juan de Rojas, vecino de Santa Olaya, en Huarochirí, arrienda a Domingo de los Ríos y Polonia Guiatupa Inca, su esposa, vecinos del pueblo del Cercado, una huerta de árboles frutales que tienen en Santa Olaya, por tiempo de tres años. Ante Felipe Santiago Guamán, escribano del Cercado.

Juan Quilasca, Cristóbal Sacsa, Juan Lluclla, Luis Sacsa y Juan Paucar, indios caciques, principales y mandones del pueblo de San Cristóbal de Huañec, en Yauyos, arriendan a Domingo Francisco, indio de ese pueblo, un solar en el pueblo de Santiago del Cercado, situado en el solar de Yauyos. Ante Bartolomé de la Cruz, escribano de Cabildo.

Hernando de Rivera, alférez, como alcalde ordinario del pueblo de Santiago del Cercado, arrienda a Diego Sánchez, alférez, un pedazo de tierra situada en el referido pueblo, en el solar de Yauyos. Ante Hernando de la Cruz, escribano de Cabildo. Contiene carta de pago.

Mencia de Anticona, viuda de Francisco Rosas, capitán, arrienda a Juan de Campos y Juana María Mayguay, su esposa, una casa y huerta situada en el pueblo de Santiago del Cercado, en el solar de Pachacamac, por tiempo de cuatro años. Ante Francisco Xavier, escribano de Cabildo del pueblo de Santiago del Cercado.

Auto de Julio de Rivera, alcalde del pueblo de Santiago del Cercado, ordenando a Juan de Mendoza, casado, no continuar su relación con María Antonia, viuda, natural de Yauyos, bajo pena de castigo en la plaza pública por amancebamiento. Ante Juan Eusebio de Ribera, escribano de Cabildo