Correspondencia de María de la Concepción Diéguez a Tomás Diéguez, reiterándole su decisión de salir del país, a pesar del pedido que le hizo para que reconsidere su viaje. Además, le comunica el fallecimiento de Crespo después de una larga enfermedad.
Oficio de Luis José de Orbegoso, prefecto del departamento de La Lbertad, a Hipólito Unanue, ministro de Hacienda, comunicando que dentro de unos días zarpará del puerto de Huanchaco el bergantín Potomac donde se remitirá con el coronel Cerdeña el dinero en metal que se ha podido recaudar.
Correspondencia de Juan Alejo Martínez de Pinillos a Tomás Diéguez, sobre su renuncia a la canonjía de Trujillo y la demanda que tiene con José Antonio Solís.
Correspondencia de Juan Ignacio Machado a Tomás Diéguez, comentándole las noticias de su renuncia a la canonjía. Asimismo, sobre su cargo provisional en el gobierno eclesiástico por viaje de Pedemonte, la llegada de dos buques procedentes de Chorrillos para reclutar hombres, entre otros asuntos eclesiásticos.
Correspondencia de Santiago Pinillos a Tomás Diéguez, sobre la renuncia de Pedro Patiño al curato de Yapatera. Asimismo, le pide que deje su canonjía en Piura y vuelva con su familia, ya que la guerra terminó.
Correspondencia de Fernando Pesantes a Tomás Diéguez, sobre la dispensa y petición de Joaquín de Espinosa, la orden para nombramiento de juez de paz, el envío por parte de Pedemonte de siete ejemplares de la encíclica del papa León XII, el aviso de que Orihuela viene a Lima con licencia del Libertador, entre otros asuntos particulares.
Correspondencia de Manuel Ramírez de Arellano a Manuel Diéguez, sobre la remisión de documentos y el reconocimiento de las independencias americanas por Inglaterra.
Correspondencia de Fernando Pesantes a Tomás Diéguez, comunicándole que recibió firmada la representación sobre cuartas de los curas de Motupe y Salas; además del expediente de dispensa de Chalaco a favor de Pío Quinto García.
Correspondencia de José de la Torre Ugarte a Tomás Diéguez, comunicándole que el señor Espinar recogió los libros que le encargó, abriendo primero la correspondencia y después la encomienda.