Celsa Reynaga, viuda y albacea de José Antonio Alvarado, contra el Monasterio de Nuestra Señora de la Encarnación, sobre el cumplimiento de su testamento; solicita que se le satisfagan los jornales de los esclavos que existían en la hacienda Tambo. Ante Gaspar Zevallos y Calderón, marqués de Casa Calderón, alcalde ordinario de Lima.