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Bernardo Rodríguez, alcalde ordinario del pueblo de Santa Catalina de Baños, en la doctrina de Pacaraos, en Canta por sí y en nombre de los naturales de ese lugar solicita testimonio del capítulo de la Real Ordenanza de Minería sobre los sitios y lugares que se le deben asignar a los descubrimientos de vetas para la fábrica de ingenios. Ante el Real Tribunal de Minería.

Expediente seguido por Bernardo Rodríguez, comerciante, solicitando que Antonio Chevelier le pague por los cuatro barriles de grasa que le compró como si fueran manteca, y que se le requise el pasaporte para que no pueda embarcar. Ante el Tribunal del Consulado.