Manuel Narváez, teniente de milicias del partido de Huanta, solicita certificación de la escritura de venta que celebraron entre partes Hilaria Berrocal y Manuel Palomino, como legatarios de José Antonio Narváez, presbítero, de la hacienda de Pultunchara. Ante Pedro José Lazón, coronel de los Reales Ejércitos, gobernador subdelegado de Huanta.

Remigio Navarro y Quevedo, minero, solicita al señor diputado territorial, otorgamiento de cierta cantidad de pólvora para que continúe el laboreo de su mina. Ante la Diputación Territorial de Huanta.

Pedro Urribarri, teniente del Regimiento de Milicias Urbanas del partido de Huanta, da poder a Manuel Suárez, procurador de la Real Audiencia de Lima, para pleitos en general. Ante Bernardino Estévanez de Cevallos, subdelegado y comandante militar del partido de Jauja.

Expediente seguido por José de Cueto, padre, procurador del Colegio de la Compañía de Jesús de Huamanga, solicitando la posesión de las tierras de Simpipampa que el colegio compró de José Guillén de Mendoza. Ante José de Mendieta, corregidor y Justicia Mayor de Huamanga.

Expediente seguido por Mateo de Torres, residente en el valle de Huanta, solicitando se le dé la posesión de unas tierras situadas en Huanta La Vieja. Ante Martín Dávalos de Castillo, corregidor y Justicia Mayor de la provincia de Azángaro.

Expediente seguido por Rodrigo de Mendoza, cacique principal del pueblo de San Gerónimo de Colca y Pischa, en Huanta, del Ayllo Acovilca, solicitando amparo en la posesión de las tierras de Atacocha, Acovilca, pueblo Viejo del Inca, Vilcapampa, Pilache, Cayarpachi, Concoorreo, Pincayoc y Monteorco, despojadas por Antonio de Córdova, Diego Guillén y Nicolás de Avalos. Ante Tomás de Echarte, general, corregidor y Justicia Mayor de Huanta. Procede de Superior Gobierno.

Blas de Mansilla contra el Colegio de la Compañía de Jesús de Huamanga, por la restitución de las tierras de San Pedro y Socos que compró de Diego Ordoñez y Rojas, hijo y heredero de Pedro Díaz de Rojas, y de las tierras de La Magdalena y Ninabamba, llamada también Socosmayo o Patibamba, que compró de Gerónimo Chuquiarque y Miguel Illatoma, caciques del repartimiento de Quinua. Ante Martín Dávalos de Castillo, corregidor y Justicia Mayor de la provincia de Azángaro.

Testimonio de las condenas de Esteban Laynes, Domingo Echavigurin, Gregorio Gutiérrez y otro, sentenciados a 8 años de penitenciaría los dos primeros y el resto a 6 años por ladrones consuetudinarios en cuadrilla. Pronunciada por Ángel Santacruz, juez de primera instancia de San Miguel. Expedido por Eduardo Romero, escribano de Estado. Incluye oficios.